Hablemos de sexo...
Hablemos de sexo como si sirven
un plato de sopa en nuestra mesa.
La sopa recién servida
si no se sopla quema,
lo mejor es esperar que repose,
que espese, amenizar la espera
con palabras que alienten
el apetito, que dilaten el paladar,
y saborear,
saborear,
saborear,
uhmm!
Me gusta la sopa sustanciosa
y bien hervida, la sopa fría
no es sopa ni plato para otro día.
Tristes...
Tristes sus días tristes
y tristes sus días alegres
porque vienen burdos y breves
como lágrimas de payaso.
Triste su rostro amargo
y tristes sus dulces ratos
porque visten mustios y beatos
como números de calendario.
Triste su triste retina
y tristes sus noches rotas
porque hernian, derrota ósea,
sus sueños asalariados.
Raimon Blu.
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