PREÁMBULO
No se puede considerar ya una novedad. La tecnología digital, en esta tercera década del siglo XXI que recién vamos a inaugurar, se ha afianzado como parte inmanente a nuestra cotidianidad. Al convertirse en un producto de consumo masivo la tecnología digital ha subordinado nuestros hábitos de comunicación, creando nuevos códigos expresivos, expandiendo flujos de información en espacios distantes y tiempos inmediatos, y gestando nuevas simbologías de entornos virtuales. Su implantación en las relaciones sociales ha sido paulatina y rápida, para bien o para mal y en mayor o menor medida, está condicionando la percepción de realidades individualizadas y de la interacción entre millones de personas. La poesía visual como expresión artística, en mi opinión, ha sido de las disciplinas creativas más beneficiadas. La tecnología digital ha introducido nuevas técnicas y metodologías que han ampliado el campo de experimentación, ha creado circuitos de divulgación facilitando su visibilidad y ha ayudado a que muchas personas se aventuren hacer poemas visuales, de forma esporádica o permanente, lo que ha redundado en amplitud de espacios, de autor@s y de obras originales.
Con este naciente 2020 se cumplen
10 años de la publicación de "OJO Poesía Experimental", mi primer libro íntegro
sobre poesía visual. La tecnología digital fue mi laboratorio de ensayos a partir
del cual compuse ese libro. Un libro por el que me conocieron y conocí a otr@s autor@s, l@s
cuales me remitieron trabajos de poesía visual de los años 60, 70, 80 y 90 del
siglo pasado, publicaciones marginales en papel que de no haberme facilitado su
acceso difícilmente lo hubiese descubierto por mi cuenta. No quiero mencionar
nombres propios, ellos y ellas saben quiénes son y gracias a esas personas yo
he seguido indagando a partir de una valiosa base, aquellos pioneros pasos
experimentales. En esta década que concluye, la tecnología digital ha sido para
mí como una navaja suiza en mi periplo por el campo de la poesía visual, ha
sido mi principal herramienta creativa, herramienta de divulgación de mis trabajos, herramienta de
contacto y comunicación con poetas visuales que admiro y considero referentes
imprescindibles. Es por ello, por agradecimiento y por devolverle a la POESÍA
VISUAL un mínimo de todo lo que ella me ha aportado, que hago esta convocatoria
bajo el título “VEINTE VEINTE”. No es nada nuevo, pero sí que nace esta iniciativa
con propósitos de originalidad y fraternidad entre creador@s. Es una
convocatoria al uso de otras convocatorias de poesía visual pero con un rasgo diferenciador que quiero aportarle: la perspectiva de género. Tendrá formato aparente como el
de una revista ensamblada pero no será una revista ensamblada. Se crearán y
enviarán los poemas visuales mediante la tecnología digital pero se imprimirá en papel
una pequeña tirada de ejemplares que se remitirán por correo ordinario a l@s
autor@s participantes. La encuadernación será un contenedor inspirado en el
proyecto que ideó Antonio Gómez “Caja de Truenos” (20 cajas de cintas de video
VHS) pero con estuches de DVD.
Gracias de antemano a todas las personas que han dedicado un instante a leerme, a quienes han acogido el anuncio de esta convocatoria con entusiasmo y a quienes se animen a participar. Salud y que la fuerza de la
metáfora alumbre la creatividad.
Raimon Blu.
Roquetas de Mar, 28 de diciembre
del 2019
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